DECLARACIÓN DE LOS DERECHOS DEL ANIMAL
Los animales nacen iguales ante la vida y tienen el mismo derecho a la existencia.
El hombre es una especie de animal y no puede atribuirse el derecho de exterminar a los demás animales o de explotarlos.
Los animales tienen derecho a la atención, a los cuidados y a la protección.
No se someterá ningún animal a malos tratos ni a actos crueles.
Todo animal perteneciente a una especie salvaje tiene derecho a vivir libre en su propio ambiente natural, terrestre, aéreo o acuático, y a reproducirse. Toda privación de libertad, aunque sea con fines educativos, es contraria a este derecho.
Todo animal perteneciente a una especie que viva tradicionalmente con el humano tiene derecho a vivir al ritmo y en las condiciones de vida propias de su especie. Toda modificación de ese ritmo o de esas condiciones que el hombre le interponga con fines mercantiles es contraria a ese derecho.
Todo animal que el hombre haya escogido por compañero tiene derecho a que la duración de su vida sea conforme con su longevidad natural. El abandono de un animal es un acto cruel y degradante.
La experimentación animal que entrañe sufrimiento físico o psicológico es incompatible con los derechos del animal, ya se trate de experimentación médica, científica o comercial, o de cualquier forma de experimentación.
No se ha de explotar a ningún animal para diversión del hombre. Las exhibiciones de animales y los espectáculos que se sirven de animales son incompatibles con la dignidad del animal.
Todo acto que entrañe la muerte de un animal es un biocidio, es decir, un crimen contra la vida. Todo acto que entrañe la muerte de un gran número de animales es un genocidio, es decir, un crimen contra la especie.
La contaminación y la destrucción del medio ambiente natural conducen al genocidio.
Un animal muerto debe ser tratado con respeto.
Las escenas de violencia de las que los animales son víctimas deben ser prohibidas en el cine y la televisión, salvo si su finalidad es demostrar un atentado contra los derechos del animal.
Los derechos del animal han de ser protegidos por la ley, como lo son los derechos humanos.
Los animales nacen iguales ante la vida y tienen el mismo derecho a la existencia.
El hombre es una especie de animal y no puede atribuirse el derecho de exterminar a los demás animales o de explotarlos.
Los animales tienen derecho a la atención, a los cuidados y a la protección.
No se someterá ningún animal a malos tratos ni a actos crueles.
Todo animal perteneciente a una especie salvaje tiene derecho a vivir libre en su propio ambiente natural, terrestre, aéreo o acuático, y a reproducirse. Toda privación de libertad, aunque sea con fines educativos, es contraria a este derecho.
Todo animal perteneciente a una especie que viva tradicionalmente con el humano tiene derecho a vivir al ritmo y en las condiciones de vida propias de su especie. Toda modificación de ese ritmo o de esas condiciones que el hombre le interponga con fines mercantiles es contraria a ese derecho.
Todo animal que el hombre haya escogido por compañero tiene derecho a que la duración de su vida sea conforme con su longevidad natural. El abandono de un animal es un acto cruel y degradante.
La experimentación animal que entrañe sufrimiento físico o psicológico es incompatible con los derechos del animal, ya se trate de experimentación médica, científica o comercial, o de cualquier forma de experimentación.
No se ha de explotar a ningún animal para diversión del hombre. Las exhibiciones de animales y los espectáculos que se sirven de animales son incompatibles con la dignidad del animal.
Todo acto que entrañe la muerte de un animal es un biocidio, es decir, un crimen contra la vida. Todo acto que entrañe la muerte de un gran número de animales es un genocidio, es decir, un crimen contra la especie.
La contaminación y la destrucción del medio ambiente natural conducen al genocidio.
Un animal muerto debe ser tratado con respeto.
Las escenas de violencia de las que los animales son víctimas deben ser prohibidas en el cine y la televisión, salvo si su finalidad es demostrar un atentado contra los derechos del animal.
Los derechos del animal han de ser protegidos por la ley, como lo son los derechos humanos.